¡Era increíble! Parecía que mis ojos no querían cerrarse, era como si, además de todos los esfuerzos que estaba realizando en vano, cada vez que lo intentaba, podía menos. ¿Me estoy precipitando un poco no? Será mejor que comienze por el comienzo. Resulta que era justamente Nochebuena, y, aunque es verdad que había tenido una noche muy movida, y, estaba bastante extenuada, mis párpados me estaban jugando una mala pasada. Simplemente, parecaía que me había quedado sin párpados, pero, de repente, y sin esperarlo... ZZZZZZZZZZZZZ... no sé cómo, pero me había quedado profundamente pernoctada.
Al día siguiente con dudé un segundo en estrenar mi nuevo reloj, pero, cuando bajé al salón para cojerlo, me encontré con dos maletas...¿qué querrían decir?
Lo más seguro , es que nos ibamos a Gibraltar, pero, como mis padres todavía no se habían levantado, decidí no acercarme.
Me fui de nuvo a la cama y... en ese mismo instante...¡Plafffffffffffff! Una pequeña mano me pegó un tortazo y, por supuesto, era mi diario despertador, es decir, mi cara-papa*.
Abrí los ojos enfurecida, y cuando estaba a punto de cojerla y tirarla a la otra cama, descubrí con estupor que me estaban grabando.
Era mi madre, que, pasados unos instantes, me dijo: "Baja abajo cariño". Le hice caso a la primera, ya que sabía que era el regalo de las maletas...¿a dónde iríamos?.
Por cada peldaño que bajaba, más nerviosa me ponía, hasta que, cuando estaba ante la maleta, descubrí una nota en la que decía: "Felicidades Adriana y Paula. ¡Nos vamos a........................!(mirad dentro de la maleta)"
Abrí la maleta, y, cuando estaba a punto de mirar en su interior, sentí cómo se me revolvían las entrañas y...¡era un viaje a parís! Me puse a dar brincos, y creí por unos momentos que hasta iba a sufrir una detonación, cuando mi madre dijo: "Sigue disfrutando que ahora viene la mala noticia..."
La miré abatida, y resulta que, con la nieve, han tenido que cancelar muchos vuelos. Me fui a preparar el desayuno cabizbaja, pero mi padre me animó diciendo que de eso hace ya mucho tiempo y que ya no hará tanto frío...
El tiempo pasó lento, pero, al final...llegó el gran día. Ya lo teníamos todo preparado, así que nada podía faltar pero...¡el maldito taxi no quería venir!
Después de un buen rato esperando, mi padre decidió llamar y en ese momento...¡va y viene el taxi! Bueno...¡¡¡por lo meno no perimos el vuelo!!! Es más, llegamos casi los primeros porque se retrasó un poco el vuelo... A las más o menos 2h o dos horas y mecia...¡subí a mi primer avión! Mientras ascendíamos sentí como si mis oídos fueran a sufrir una detonación, y, aunque yo eso ya lo había escuchado por ahí, no lo había creído.
Cuando llegamos, pude disfrutar de todos y cada uno de los segundos ya que aprobechamos mucho el tiempo y...nuestro hotel estaba en muy buen sitio...
Han sido, por ahora...¡¡¡mis mejores navidades!!!
*Tengo una hermana pequeña, pero yo, de ahora en adelante, le voy a llamar cara-papa. Resulta que esque mi hermana es una enana de 3 años, con el pelo muy pero que muy
rizado. Tambié tiene los dos mofletes más regordetes del mundo, y por eso la llamo cara-papa.
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