miércoles, 20 de abril de 2011

Los cactus

Unas 2.000 especies de plantas pertenecen a la familia conocida como cactus o cactos. Esas plantas crecen en lugares de clima desértico o muy seco, sobre todo del continente americano, y pueden soportar temperaturas superiores a 45ºC.


Los cactus se han adaptado a vivir en condiciones muy extremas, con elevadas temperaturas y escasas precipitaciones. Los tallos, las espinas, los filamentos y las raíces de estas plantas permiten absorber y retener la humedad que necesita para vivir.
Gracias a la forma de sus tallos, pueden almacenar una enorme cantidad de agua, que utilizan en los períodos de sequía. También los pliegues de sus tallos contribuyen a acumular gran cantidad de líquido, ya que son capaces de expandirse como lo hace el fuelle de un acordeón.

De la misma manera, las espinas que tienen en lugar de hojas no solo protege a los cactus del ataque de los animales hambrientos y sedientos, sino que les sirven para retener la humedad y para reducir la evaporación.
Algunas especies cuentan incluso con una capa de filamentos que ayuda también a frenar la deshidratación. Estos filamentos protegen al tallo durante el día de las quemaduras del sol, y, durante la noche de las bajas temperaturas.
Asimismo, las raíces de los cactus, aunque son poco profundas, están muy extendidas por el suelo, lo que les permite absorber rápidamente la lluvia que cae de forma torrencial.


La mayoría de las flores de los cactus son solitarios, tienen colores brillantes y gran tamaño. Por eso, además de crecer en estado silvestre, muchas especies se cultivan en jardines como plantas ornamentales.


Una gran parte de los cactus proporcionan frutos comestibles, tanto para las personas como para las personas como para los animales. Este es el caso de los higos chumbos, que están entre los frutos más conocidos y apreciados.


El Saguaro, un gigante del desierto
El saguaro es el cactus de mayor tamaño, típico del desierto de Sonora, entre México y Estado Unidos.


Sus tallos, provistos de pliegues en forma de fuelle, pueden alcanzar los 20 metros de altura. Su elevada figura lo convierte, pues, en un privilegiado mirador para muchas aves. Un ejemplar de saguaro puede llegar a tener hasta 50 tallos, lo que le da esa apariencia de enorme candelabro.


Sus flores son blancas, sus frutos rojos, y puede llegar a vivir hasta 200 años.

1 comentarios:

Adriana dijo...

Espero que os guste esta entrada. Le he añadido imágenes diferentes, pero toda la información la he sacado de nuestro libro de Lengua.

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