miércoles, 20 de abril de 2011

Un viaje por Europa

Nota: Hay algunos tooltips que en lugar de estar en rojo están en negrita porque si no no me funcionan. Gracias por leer mi texto. Espero que disfrutéis.

Esta historia ocurrió el 23 de junio de 2019:

Os voy a contar la trepidante historia que, por suerte, y a la misma vez desgracia, viví el verano pasado.
Era una tranquila tarde de un tranquilo domingo, cuando yo me disponía a ver la bonita puesta de sol, por cierto, de un día muy soleado, justo después de haber merendado unas deliciosas almendras dulces muy almendradas.
Ese día se podía notar en el ambiente el dulce olor de el verano, que te dice que ese día todo te va a salir bien.
Desde el balcón de mi casa se podían contemplar las preciosas casa, ninguna parecida a otra, y las preciosas montañas, por la que se ven todas las tardes en las puesta de sol, como el sol juega al escondite saltando de montaña en montaña.
Me imaginé cómo podría ser un día en las entrañas de esas montañas, en un tarde de verano en las que me asomo al balcón para ver la puesta de sol. Si lo hiciera, jugaría también al escondite saltando de montaña en montaña, junto al sol y sus preciosos destellos.
Ese día sentía que, como aún no se había acabado, aún podrían pasar muchas cosas divertidas.
En la terraza había dos bancas, en las que me disponía a sentarme a una de ellas, cuando mi madre, con el tono que ponen todas las madres cuando se ha enterado de algo que te va a gustar, pero que en realidad solamente está contenta porque se ha enterado antes que tú:
-Cariño, a que no sabes de los que me acabo de enterar.

Yo, con impaciencia, le pregunté:
-No, ¿¡de qué se trata mami!?


-Los de la universidad te han concedido... ¡¡¡una beca!!! Dentro de una semana, te vas a Rusia, a una capital en la que hablan inglés. Se trata del programa de intercambio. Te irás el resto del verano a: Jj...rrst...end...jahrr...men...t...le...msrf...lam. Bueno, te vas a una capital rusa, y punto.

-............¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Unaa beca, beca beca beca. Unaa beca, beca beca beca. Unaa beca, beca beca beca ¡¡¡¡uuuuuuuuuuuuuu!!!!

Cuando pasó mi gran momento de euforia, le pedía a mi madre el papel que te informaba de lo que ídamos a hacer, y a dónde íbamos realmente.
En el papel se podía leer:

Se le concede a la alumna Adriana, un programa de intercambioEn el acto se cambiará a el alumno por el estudiante ruso, cuyo nombre es: Rhtaztwehs.Adriana tendrá la oprtunidad de viajar a Jrstenhgdahrentlesflam, al oeste de Rusia. (Todos los gastos pagados)
En ese momento se me pasaron mil cosas por la cabeza, entre ellas, que me hubiera gustado llevar a mis padres conmigo, ya que disfrutarían mocho en este viaje.

Pasaron los lentos días, hasta que llegó el día del viaje. Ya había pasado la semana, y yo no pude contener las ganas de llorar de alegría y a la misma vez de tristeza por irme tan lejos de mis padres.


Una vez en el aeropuerto, tuve que facturar las pesadas maletas, pasar por el registro del típico policía antipático que te empieza a hacer cosquillas por todo el cuerpo para ver si tienes algo peligroso que no pueda subir al avión y esperar dos horas para embarcar, cosa que no fue fácil ya que tuve que buscar muy bien las puertas de mi avión, porque a mí no se me da bien lo de preguntar, por lo que lo hice por mi cuenta. Cuando llegué a las puertas de mi avión, un hombre muy simpático me pidió el pasaporte y el billete de avión, y cuando se lo había entregado todo, me dejó pasar con una despedida muy generosa, la cual me impactó al saber el tostón de trabajo al que se sometía todos los días, del que ni siquiera la persona más simpática del mundo es capaz de aguantar, y finalmente se vuelve antipático. Este señor debería ser muy simpático al saludarme y despedirme tan agradablemente.
También pasé por el frío túnel que ponen entre las puertas del aeropuerto y las puertas del avión.
Una vez subida en el avión, tuve que buscar esmeradamente, primer piso fila 43 asientos centrales, banco 2. Una vez sentada, me dige: "Éste viaje va a ser muy largo." Aún solo estábamos un señor y yo sentados en mi planta del avión, junto a la espesura de la noche que se siltraba por todas y cada una de las ventanillas. Parecía que en la planta de abajo había una gran masa de gente, puesto que todos parecían aclamar a alguien. Resulta que esa noche no podría dormir ya que por lo visto teníamos a Dani Martín en mi mismo avión. Yo bajé a visitarlo y me firmó un autógrafo. Ya, por lo menos, tenía un recuerdo de ni viaje para una de mis grandes amigas: Rorri. Por cierto, ella ya se estaba sacando su carrera de modelo mientras yo estudio para ser profesora de inglés, aunque ya tuviera sacada la carrera de profesora de informática y técnica de escuela de primaria.
Cuando volví me senté en otro sitio puesto que sólo seguía ese extraño y
patético hombre que nombré hace un segundo que, por cierto, me daba miedo mirar ya que cuando lo miraba, sentía escalofríos. El extraño señor era rubio, de un pálido de piel muy pálido, tan pálido, que parecía un fantasma. Tenía los ojos grises y era muy alto y muy delgado. Yo me sentía muy incómoda en esa planta del avión, con sólo ese tipo y la espesura de la noche que se filtraba por las ventanas, aunque también ahora con el ruido de la planta baja en la que seguía Dani Martín.

De repente, me asomé por la ventanilla, y... ¡había un motor ardiendo! Me puse muy nerviosa y empecé a pensar, de esta no se salva nadie, de esta no se salva nadie... Pasaron unos rápidos instantes en los que hubiera deseado no estar en el avión cuando los clamores de la planta baja me inquietaron aún más. El motor seguía ardiendo, cuando comencé a notar que descendíamos rápidamente. El extraño señor había desaparecido, y yo en esos momentos me encontraba sola en la planta de arriba. No me moví, cerré los ojos y pensé que así mi muerte sería menos dolorosa, total, nunca me había muerto y no tenía práctica. El avión seguía amedrentándome.


El piloto nos dijo que nos pusiéramos las mascarillas y que nos manteniéramos quietos en nuestros asientos.
Después del golpe, una gran
detonación me disparó hacia el campo. No sé cómo, pero seguía viva. Volví corriendo hacia el avión para ver si podía ayudar a alguien, pero fue en vano. Cuando llegué, me encontré con el extraño señor de pie, justo enfrente mía. No tenía ni un rasguño. Se le veía intacto después del golpe. Cogió en brazos a Dani Martín, y se adentró en la espesura del bosque y sus figuras disiparon. De repente, salió como de la nada un precioso caballo blanco, de ojos muy brillantes, olía como las bellas flores del campo se sentó delante mía, como si quisiera que me montara encima suya. Subí a la grupa y antes de hacerlo cogí una brújula del avión y me dirigí hacia el suroeste, es decir, hacia España. Cuando cabalgaba sentí el suave pelaje del precioso caballo, al que llamé "Destellos de Luna llena", aunque simplemente yo le llamaba "Destellos". Recorrimos muchos países, 4 en total, sin contar España, que era mi destino.

El Primer país fue Bielorrusia.

Mi experiencia de Bielorrusia:
Mi experiencia en Bielorrusia fue através de las ciudades de Minsk, Gómel, Maguilov, Vítebsk y Brest.
En Minsk tuve que estar todo el rato escondida ya que no les gusta tener visitantes. En el resto de las ciudades no tuve problema, fueron muy amigables con migo y con Destellos, pero él parecía incómodo en ese lugar.
Bielorrusia era un lugar con muchos árboles y con mucha vegetación, no era una zona elevada, puerto que se encontraba en la parte más baja de la Gran Llanura Europea. El clima era bastante cálido, pero cuando se nublaba hacía un frío que pela. Por lo visto, allí hace casi la misma temperatura en verano que en invierno, y hay un poco de más diferencia en el tiempo.

El segundo país fue Polonia.
Mi experiencia de Polonia:
En Polonia pasé por su capital, Varsovia, que no era muy elevada, pero había muchos edificios, en los que Destellos se fijó mucho. Después me dirijí al sur de Polonia, e el que Destellos se comenzó a fatigarse y tuvimos que parar en unacasa rural, ya que el terreno comenzaba a elevarse. El Tiempo se mubló en esa parte de Polonia porque normalmente en las partes más elevadas de Polonia hacía mal tiempo. Destellos quería descansar, por lo que lo dejé ata do a un árbol mientras yo visité el antiguo campo de concentración nazi de Auswitchz. Me parece increíble el montón de tiempo que estuvieron sufriendo los judíos porque los alemanes querían ser superiores. Yo, por mi parte, pienso que deberíamos tomar un buen ejemplo de nuestros antepasados y no volver a hacer semejante locura.

El tercer país fue alemania:
Mi experiencia en Alemania:

Destellos ya se ha recuperado, aunque ahora no está tan fuerte como al principio. Dejé que descansara en el pasto, porque se le veía más delgado. Mientras, visité el parlamento de Alemania, llamado Reichstam. También visité la catedral de Berlín. Era un edificio muy grande construido con granito y mármol, en la que había ocho columnas seguidas en la entrada.

****

El cuarto fue Francia, pero hace mucho tiempo, se habían mudado unos familiares míos que se ofrecieron a llevarme en coche hasta mi casa. Tardé mucho tiempo. Visité la Torre Eiffel, pero desde un punto tan alto de la ciudad hacía mucho frío, aunque las vistas eran impresionantes. Mejor os lo cuento todo desde el principio:
Resulta que la Torre Eiffel, en realidad, era un trabajo de unos estudiantes. Supuestamente, en 2002, la derrumbarían. Finalmente pidieron un permiso y dejaron que quedara como un monumento de París, durante un tiempo de prueba. Yo en estos momentos me alegro de veras de que no la hayan derrumbado, porque en ese caso yo no podría haber disfrutado plenamente de dicho monumento. Como tuvo tanto éxito, dejaron que se quedara definitivamente. Mi experiencia fue increíble. Delante de la Torre Eiffel hay una calle por la que crucé. En la parte baja de la torre había un bullicio de gente que intentaba vender pequeñas Torres de la Torre Eiffel. Todos tenían la excusa de que era el mayor monumento que visitarían. Había muchos tipos de miniaturas: Algunas eran grandes, doradas y se encendían, otras, en cambio, no se encendían, pero también eran muy bonitas. Yo me llevé la que se encendía. Había también de estatura media y llaveritos pequeños. Los llaveros se vendían cinco por un euro. Yo me llevé diez llaveros, y los repartí entre mis amigas. Cuando tenía todos los recuerdos comencé la ventura de visitar la gran torre. Había una entrada principal en ascensor. Yo pasé y me costó porque el hombre de la recepción no hablaba en español, lo único que sabía decir era: "Da prisa, da prisa. ¡Venga!". Compré un ticket para subir y no me lo pidieron hasta la primera planta. Subí en ascensor aunque también se podía subir por las escaleras. En la primera planta había muchas estatuas de ciencia, y una pista de patinage que era un ordenador. Tus patines eran el ratóa que hacía que se movieran las cosas, pero sólo te dejaba jugar a un juego de rapidez. Yo intente salir de es ventana varias veces, pero la mujer me regañó. En la segunda planta había un bar, y mayormente tiendas. Seguí subiendo, y finalmente llegué a la última planta. En esta planta he conocido a un chico muy guapo, pero lo único que hicimos fue hablar, aunque no me dijo ni su nombre. Yo me fui a otro lado y él se fue con su familia. Más tarde me encontraba mirando toda Parías desde un punto en el que las cosas se ven increíblemente bien. También me asomé para verla desde dentro, pero me mareé un poco... ¡Estaba demasiado alta! Las personas parecían hormiguitas, pero las hormigas no piden villetes para subir a la Torre Eiffel. Vi desde allí todos los monumentos como si fueran de jugete.
Finalmete bajé. Quería bajar por las escaleras, pero me encontraba muy fatigada después del largo viaje que realicé en la grupa de Destellos.
En una de las calles había una exposición de todo digital. Había unas escaleras que eran un piano digital, había unas ventanas que eran ordenadores, habías unas puertas que eran televisores... ¡Todo digital! Cuando terminé de visitarlo, fortalecieron a Destellos y lo llevaron también a mi casa. Lo dejé libre en el campo, y todos los días viene a verme. Mis padres me han recibido con una fiesta de bienvenida, ya que me creían muerta... Ahora estoy muy contenta de volver con ellos.


Para ver cuál fue mi recorrido por Europa con Destellos de Luna, aquí hay una foto:



















Como puedes ver, esta fue mi ruta por Europa. Aprendí muchas cosas, como por ejemplo a cocinar la conocida tarta de Alemania llamada "Selva-negra":
En primer lugar fui al bosque llamado "Selva-negra". Allí cojí algunos frutos silvestres. Después hice un pastel de chocolate, cuando estuvo hecho le añadí la nata de montar por encima, y finalmente los frutos silvestres. Después los partí por la mitad y nos comimos la mitad Destellos y la mitad yo. Si os digo la verdad, Destellos sólo se comió la mitad de su mitad porque el reto se lo dejó en la cara. Yo se lo limpié con un ahoja de una palmera y seguí mi rumbo. Se le notaba un poco más fuerte pero no lo suficiente.

También pasé por una parte de Castilla-la-Mancha, en la he me dieron a probar una gran degustación de queso y jamón. Yo sólo de comí un plato con un queso, cada queso diferente, pero Destellos se comió veintiseis platos, cada uno con un queso entero diferente. Se ve que sepués se arrepintió ya que se le pueso una cara muy rara.

Por otra parte estuve en Córdoba, cuya ciudad ya me sabía como la palme de mi propia mano. Visité la Mezquita, pero no mucho porque no podía entrar con Destellos. Me contaro que cada columna se había hecho con un material diferente. Había de mármol, de granito... y de muchos más materiales.
Allí fue donde me compré mi inseparable foto con destellos, que por cierto siempre llevo encima.


Mi viaje por Europa con animasher:
Un viaje por europa by usuario89

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Gracias por leerme, con afecto:
Adriana***

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